Protestas Estudiantiles

Se dice que los niños son “el futuro del país”,  el “cambio”, pero como lo van a lograr, ¿si la formación que se les brinda es cada día más mediocre y más difícil de adquirir?

Actualmente, la educación ya no es un medio de desarrollo, sino un negocio con fines económicos, donde las entidades privadas cobran sumas altas de dinero por su alta “CALIDAD”, y las entidades públicas ofrecen bajos costos, pero la calidad cada vez desmejora, debido al poco apoyo del gobierno, que solo reacciona a punta de exigencias, protestas, huelgas, paros, manifestaciones, etc., que realizan los estudiantes y profesores, para exponer sus inconformidades y desacuerdos con los lineamientos que el gobierno expone de un momento a otro, para su beneficio propio.

Los estudiantes son el medio para llegar a un “cambio positivo”, pero con la formación incorrecta o mal ilustrada, el “cambio” puede traer consecuencias desastrosas para el país. Si al estudiante se le enseña cómo debe hacer para obtener un resultado, este limita sus capacidades y se convierte en una persona mecánica, que al cambiarle un componente de la formula, genera error y no es capaz de ver una solución al problema porque está acostumbrado a resolverlo siempre de la misma forma. Pero si se le enseña que un resultado, se obtiene de muchas formas y no tiene que seguir un proceso  o un instructivo determinado, su creatividad y su capacidad de análisis, aumentan. Esta es una forma de ver que la educación actualmente pierde su significado formativo y carece de disciplina y preparación.

Adicionalmente la falta de apoyo político y económico, limita a las entidades a mejorar las condiciones del estudiante, a desarrollar nuevos proyectos e investigaciones y a generar cambios óptimos para toda la comunidad educativa.

Es debido a esto que las manifestaciones se realizan con el fin de garantizar un mecanismo para la construcción de propuestas democráticas que mitiguen las injusticias sociales y mejoren las condiciones de la educación. Un grupo estudiantil, tiene el poder de exigir derechos, cambiar políticas, construir reglas o leyes que favorezcan el desarrollo de la educación en el país y fortalecer las entidades educativas, promoviendo una educación participativa, de Calidad y de bases fuertes.

Aunque en muchas ocasiones estos movimientos pasan a una etapa violenta, se debe en gran parte a las medidas tomadas por el gobierno, que cuando se siente amenazado, la única alternativa que contempla, es atacar y después de los estragos decir que las cosas se salieron de las manos, cuando ellos mismos son los que ocasionan tal desastre. Por tal motivo no siempre se logra el objetivo de las marchas y terminan perdiendo su significado. Se debe reconocer, que actualmente, existen personas que aprovechan este tipo de movimientos para generar violencia y atacan sin sentido a la comunidad, ocasionando que sea más difícil llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes que intervienen en el conflicto.

Adicional a ello, el gobierno debe entender que el poder del que alardean, es un poder entregado por todo un país, para que sea administrado y representado de forma correcta, buscando el crecimiento y el desarrollo de todos lo que lo conforman y el solo hecho de crear, cambiar, modificar o eliminar reglas o leyes puede causar retroceso y desmejorar el estado del país. El país es como una empresa, donde todos deben trabajar por un mismo objetivo integral que beneficie a todos por igual. La formación o educación de calidad, debe ser uno de esos objetivos y crear proyectos encaminados a mejorarla.

Es difícil entender, que la libertad de expresión es el instrumento que utilizado de forma correcta, genera grandes cambios y conlleva a una transformación radical del pensamiento de la comunidad. Pero más difícil aun es hacer que toda la comunidad educativa se una a una misma causa con el propósito de que algún dia la situación del país cambie.